Como en los aspiradores, los filtros del aire acondicionado atrapan partículas presentes en el aire, en este caso polvo, humos y otros elementos nocivos para la salud y también para los conductos del aire. Por este motivo, es fundamental realizar su mantenimiento, limpieza o sustitución periódica, según proceda.
En el mercado encontramos filtros de muchos tipos, incluso lavables, que evitarán que tengamos que sustituirlos cuando se obstruyan. Que un sistema de aire acondicionado disponga de filtros fijos o sustituiblesdepende del modelo y fabricante, si bien es habitual que se puedan desmontar para su limpieza.
Entre los tipos de filtros que existen se encuentran los de tipo fotocatalítico que se limpian con la luz solar, de plasma o neoplasma, indicados para personas alérgicas y asmáticas y que son capaces de purificar y desodorizar el aire, de carbón activo, pensados para absorber los malos olores o el humo del tabaco o filtros iónicos para mejorar la calidad del aire.